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#GraciasProfe

Urgente, dignificar la profesión docente

Mayo es la época en que felicitamos a nuestros profesores, y al igual que con el mes de las madres, nacen todas las frases tiernas y conmovedoras que pocas veces pasan a la verdadera valoración.

Mario Fernando Hurtado*
12 de mayo de 2016

El 5 de octubre es el día que acordó la Unesco para celebrar en el mundo la labor de los educadores. Sin embargo, Colombia, como país católico, lo celebra el 15 de mayo, porque el papa Pio XII declaró ese día, hace más de sesenta años, en 1950, a San Juan Bautista como patrono de los educadores.

Así que cada 15 de mayo o el viernes previo en los colegios (muy poco en las universidades), los estudiantes llevan regalos a sus profesores. Las altas dosis de cacao en todas sus versiones se hacen presentes, llegan los poemas, las frases emotivas, las dedicatorias sobre la importancia de los maestros, su aporte a la sociedad, la típica frase: “Los educadores transforman una sociedad”. Pero a los 20 días, a la hora de recibir los informes de notas, el panorama es otro.

Ser educador en Colombia y América Latina es una labor poco agradecida. Y no es un tema exclusivo de la baja remuneración; el asunto radica en el imaginario que hay del profesor como una profesión poco valorada. Hoy en día, los padres y los estudiantes enfrentan a los educadores, por una nota, por un trato preferencial.

A eso se suma la presión de las instituciones educativas, la alta rotación laboral que se presenta en colegios y universidades y la poca estabilidad que ofrece el sistema educativo a los profesores. Un 70 % de los profesores universitarios en el país son catedráticos y en los colegios privados la contratación a término indefinido es casi inexistente.

Hay que superar las frases de cajón. El reconocimiento no se hace con palabras bonitas y no es en exclusiva un tema de mejora salarial. A los profesores se les debe ofrecer y a la vez exigir otros aspectos, por ejemplo: facilitar su acceso a formación de calidad; garantizar estabilidad laboral; hacer valer las evaluaciones de los estudiantes, es decir, que los mejor evaluados tengan mayor reconocimiento, reflejado en estabilidad laboral; promover ascensos; facilitar su formación continua; ofrecer desde el sector privado convenios para que tengan trato preferencial en créditos, acceso a la cultura, a la información y hasta en filas para pagar servicios.

Todos los meses de mayo pensamos en campañas y estrategias para dignificar la labor docente, pero al igual que con las madres no debe quedar en un solo día. Debe implementarse una política a largo plazo para pensar en estrategias que dignifiquen la profesión y demuestren que ser profesor sí vale la pena y debe ser motivo de orgullo, que sea una profesión en la que se aprende y progresa. Es necesario que quienes decidan dedicarse a la labor docente, al igual que otros profesionales, tengan oportunidades de trabajo con condiciones dignas en todo sentido.

*Editor jefe de Semana Educación @hurtadobeltran

Los invitamos a que en el mes de mayo publiquen en sus redes sociales un mensaje o video con el hashtag #GraciasProfe para agradecer a sus maestros. Mientras tanto, no se pierda el adelanto del video que recoge los testimonios de algunos famosos, y otros no tanto, sobre quién fue el docente que le cambió la vida.

Este artículo hace parte de la edición 16 de la revista Semana Educación que acaba de salir en papel al mercado.  Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 01 8000 51 41 41.